miércoles, 1 de septiembre de 2010
Me quedo boca abajo, en la cama. Recordando tus últimas palabras. ¿Cómo me pueden emocionar tantas veces? Ya sé que me quieres y que soy tu chica. Tu vida y tu niña. Que mañana tendré más dosis de ti. Que puedo leer tus mensajes, ver tus fotos y reproducir tu voz. Puedo imaginarte, soñarte, desearte, anhelarte, echarte de menos. Puedo pasarme el día entero pensando en ti. Pero quiero más. Quiero besarte, tocarte, acariciarte, probarte, lamerte, abrazarte, morderte, sentirte, mirarte. Vivir a tu lado. Dormirme cada noche escuchando tu respiración, encontrarte bajo las sabanas, y no tener que soñar que me abrazas mientras compartimos almohada...
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